a veces quiero ir a la montaña
que suene el teléfono,
para siempre
yo estoy ocupada ordenando los papeles.

sueño tanto
.
el espíritu puede más que mi cuerpo
.

Algo se quedo a vivir en mi garganta
y me toma el pulso
crece y llena la cavidad
como cuando el jabón se mezcla con el agua
Afuera la gente grita y quema sus casas
como película de los nazis
yo ya se que esto se acaba
yo ya vislumbro el final de esta secuencia
espera/niega
aguanto bajo el manzano a que la hoja se haya escrito con más tinta
Hay relación en todo
pero es mentira aquello del gran mapa
desconfío de todo aquel que predique descalzo o con terno en la calle.
sólo anestesiar los reclamos de la conciencia
emborrachar las demandas del corazón
es la pena que le llaman
es el desconsuelo
cuando todo pareciera estar en su lugar pero en realidad sabes que es un espejismo
me niego a las alturas
me escondo bajo mi frazada
nuevamente me pongo el uniforme de colegio y pienso en dibujar en el cuaderno con espiral
-
sentada en la acera
me veo pasar por la esquina
y arranco en mi bicicleta
-

tengo frío

y un espacio que me queda grande

o será que nuca he dejado de sentirme pequeña??

poner en off la música del exterior.
el ruido gigante y profundo del subterráneo vanidoso.
que lo aplaudan. una chaucha.
dejar ir, para empezar a gozar.
mirar hacia afuera pero con el obturador abierto.
así las caras se hacen borrosas

despedirse
dejar ir a mi amigo.
que tiene que volar.
sonrío cuando pienso en él.
estoy orgullosa de que sea valiente.
de que se entregue al magno plan de ser feliz.
gracias por los bailes.
aprendí.
buen viaje.