Seis años después vuelvo a este territorio de memoria creada por la ficción de mi experiencia. La ficción que no es nunca opuesta a la no-ficción.
Tengo hoy casi 42, y me acompaña Rosa de casi 2.
Es mi hija, pero no me pertenece. Ella es su propia experiencia del mundo, al cual le estoy abriendo las puertas, las entradas y las salidas, los atajos, los puños killer de kungfu.
Hoy a los casi 42, miro hacia atrás para cerrar este cuarto de vida en esta isla y seguir adelante. Para lanzarnos al destello y la promesa de un abrazo más cálido. De un frío que no se pasa en soledad. En tiempos es que soy muy feliz en mi individualidad, me volví muy consciente de la necesidad de otres, pocxs, pero presentes. Allá vamos a buscarlos para Rosa.
Entre Cocteau twins y la Haraway, entre mi deseo de libertad y el deseo del abrazo, entre la emoción y el pánico de lanzarse,
no vuelvo a casa, porque YO SOY mi casa,
pero si me lanzo a un lugar en el que hay una promesa de contención
para finalmente dejar de tener el corazón con damp, el alma poblada de partículas del mould, añorando volver a sentir con aquellxs que ya se fueron.
Este lugar no existe, y el territorios al que me lanzo tampoco. Yo no lo conozco. Es otro, espero que también sea OTRA.
A ambxs los imagino, uno con sentires futuros que son presentes, el otro con presentes que ya no existen.
Volver a escribir y a tratar de poblarme de belleza es mi manera de viajar hacia lo desconocido, una manera de combatir el miedo.
¨The chill must itch in my soul. That's like any old playing card. It must be why I'm thinking of Las Vegas. It's why it's more brighter than the sun is to me¨
Aquí siempre con la Fraser. compañías que una se genera, historias que una se inventa. la de aquí llega a su fin. Hasta la reina ya se ha muerto, y entonces ni en su ridiculez este lugar tiene sentido para mí.
Cierro los ojos y me entrego porque ya me subí al carrusel. Grito por dentro, espero aterrizar a una sopa caliente y a los brazos de mi mamá.
Lo mejor que hice en esta tierra no me pertenece. Nada me pertenece.
Sólo me acompañan las historias que colecto en caos, porque caos es el caldo de toda esta experiencia.